la importancia de llamarse ernesto
Momento confesión: nunca he leído nada de Oscar Wilde. Ni siquiera la obra que da título a este post. Y eso que he estado a punto... Fue uno de los libros que vi en una estantería nada más llegar al piso de Ayamonte que Pili y yo hemos habitado recientemente. Pensé en leerlo en esas horas muertas al sol en la playa, o tirada en el sofá antes de irme a dormir... pero no lo he hecho. No he leído ese ni el desenlace de Cola, ni he leído la prensa, ni he hecho otras muchas cosas que pensaba hacer. Pero tampoco me ha hecho falta. Me he embadurnado de arena y protector solar, he paseado por la orilla, me he dejado llevar por las olas... y ahora estoy aquí de vuelta.
Si cierro los ojos, aún puedo escuchar el sonido del mar; estoy intentando retener ese sonido, esa ligera sensación de mareo y movimiento que produce después de estar embobada durante más tiempo de la cuenta; el olor, sentir como cambia mi piel cuando está en contacto con la brisa y la sal.
¿No querías playa? Pues toma, hasta hartarte.
Mientras tanto hay una tormenta tropical con grado de huracán en el Caribe. También se llama Ernesto y ha provocado grandes evacuaciones y todas esas cosas que traen y llevan los huracanes y que salen en las noticias para alivio de los pobres periodistas hastiados de verano que ya no saben de dónde sacarse una noticia de mínimo interés. Por eso, los pocos minutos que he dedicado a la tele se han llenado con este huracán y recuerdos de otro con nombre de chica, y de otro huracán, este sin lluvia ni viento, pero también vil y destructivo, que ha azotado Osuna. Pero no hablan de todos los huracanes... hay tantos y los que nos quedan por venir a todos y cada uno de nosotros. Esos que nos provocan por dentro los sentimientos, por ejemplo, y que no podemos controlar, que son también como una fuerza natural que arrasa con todo lo que pilla por delante. Como Katrina o Ernesto. Pero también pasan, y hay que saber vivir después de ellos, y retomar tu propio pulso, y darte cuenta de la verdadera importancia de las cosas, bueno, y reforzar los diques claro, para que, si vuelve a pasar, los daños sean cada vez menores.
De este viaje no queda ningún documento gráfico pero sí un puñado de anécdotas que contar a quién le pique la curiosidad y algunas canciones que han marcado la banda sonora.
Como tema principal, una canción ideal para la carretera, Truck-driving man, de Puzzles like you, el último trabajo de Mojave 3 que me tiene encandilada.
Bueno, os dejo esta que tampoco está mal.
http://www.youtube.com/watch?v=0BOBZ8BZAt0
mi verano nórdico (IV)
Lo mismo algunos me odiais a estas alturas o estáis hasta el gorro de que no deje esta serie que, la verdad, no sé cuánto va a durar... Algunos, simplemente, me ignoráis. Bueno, al fin y al cabo, os aseguro que es mejor leer esto que la mayoría de cosas que andan por mi cabeza últimamente.
Back to Sweden.
Hoy Jäje Johanson, o Jay Jay Johanson, su nombre artístico. Todo un personaje.
Llegó a mis odios allá por el 99, si mal no recuerdo, con la canción del vídeo que os dejo debajo. Me pareció simplemente delicioso. Un auténtico crooner que no tenía nada que envidiar a los clásicos norteamericanos de mediados de siglo, pero con su propio estilo. Será porque es sueco claro.
Músico desde pequeño, toca no sé cuantos instrumentos, con los que ha sido capaz de crear atmósferas inolvidables.
He intentado acercarme a sus últimos discos y la verdad es que, no sé por qué, no me acaban de llegar. Será porque tengo demasiados recuerdos de la época de Whiskey y Poison, mis discos favoritos, el que es para mí su auténtico sonido. Paisajes en blanco y negro, para mí siempre podría haber sido la banda sonora de una peli de Bergman (esa portada de Poison, especialmente), esa mezcla del jazz, el trip-hop, los sonidos orquestales y su voz, profunda y dulce al mismo tiempo. Ideal para esos días en los que no estás depre pero sí un poco melancólico, para los días en los que te apetece revolverte en tu tristeza, disfrutar y regodearte en los pesares de la vida. Luego está Antenna, claro, una oportunidad única para abrirle a otro público. Cambio muy desafortunado de imagen y de sonido. Disco y petardeo, un single y poco más. Pero también es reseñable ver la versatilidad de un artista, su capacidad camaleónica, de evolucionar, de no estar estancado permanentemente cuando algo funciona o se lleva. Sin dejarse influenciar por las modas (ni siquiera cuando ha habido épocas en que la música sueca ha estado muy de moda por las pistas de baile y tal), Johanson es fiel a sí mismo, es todo un personaje como decía. How could a love like ours come to an end
We had it all but lost it 'round the bend
There's something that I'll never understand
Why now it seems like hurting's close at hand
(Alone again. Poison. 2000.)
http://www.youtube.com/watch?v=pSNhBpqNwtg
mi verano nórdico (III)
La Rosa de la Victoria...
Hoy llueve, el cielo está gris y hace viento. Estamos un poco más cerca de Escandinavia... aunque seguro que no dura mucho.
Hoy voy a dar un salto hasta una de las islas más interesantes del planeta, Islandia. Un país que no llega ni a los 300.000 habitantes y con una temperatura media de 15 grados en verano y 5 bajo cero en invierno, casi ná; un país en el que de mayo a julio no se pone el sol; un país creado sobre volcanes, un paraje natural colonizado por los vikingos que ha vivido siglos a expensas de otros vecinos, hasta su independencia en 1944; un país en el que se habla un idioma creado en el siglo XII... y tal y como se hablaba en el siglo XII. Un país así está claro que tiene que ser especial.
A los que conocen mis debilidades musicales a veces les sorprendo con mi admiración a grupos tan atípicos en mi como Sigur Ros.
Es cierto que no soy seguidora de la banda desde hace mucho, es cierto que antes sus discos me parecían monótonos y aburridos... hasta que un día, después ya de la publicación de Takk (Gracias), su último disco, me tumbé en el sofá, me lo puse a todo volumen y cerré los ojos... Ahí fue cuando cambió todo. Como los niños en el vídeo de Glosoli, una de las mejores canciones del disco, salí volando desde mi sofá hasta los paisajes de Islandia; hasta grandes praderas y escarpados acantilados desde donde ver el fin del mundo... literalmente. Cuando terminó la canción estaba llorando.
Muchos dicen que Sigur Ros hacen la música que se escucha en el paraíso... No llegaría yo a tanto, pero lo cierto es que su forma peculiar de tocar, y de cantar, su uso del islandés (o de un idioma indefinible inventado su cantante a partir de sonidos de su idioma materno, y al que llama 'vonlenska' o castellano 'esperanza islandesa', que no son palabras, sino sonidos vocales que acompañan las melodías de los instrumentos como un todo, como un auténtico poema sonoro), les hacen ser únicos.
Yo te recomiendo, si no los conoces, que les des una oportunidad y que busques un momento y un lugar para disfrutarlos. Aunque no te lo creas, han vendido más de dos millones de discos en todo el mundo y sus conciertos suelen estar llenos a rebosar (incluso de muchos famosos, te sorprendería).
Momentos indescriptibles. Eso tiene la música cuando te llega al alma.
En el vídeo, Sigur Ros salen fuera de su estudio de grabación, en algún rincón de Islandia, para improvisar un miniconcierto. Se ve que ha salido el sol y quieren aprovecharlo hasta para ensayar. Sí, hay sol, hay césped, hay niños bailando... y es Islandia.
http://www.youtube.com/watch?v=3G1JM6V5fFY
mi verano nórdico (II)
El tema de hoy es... La Canción del Verano!
Síí! ¿Qué tiene que tener una canción para que sea digna de merecer tal apelativo? Supongo que tiene que ser pegadiza, que recuerdes su ritmito, si es posible hasta que te haga mover los pies, que te haga evocar escenas relacionadas con las vacaciones y el tiempo libre... y sobre todo que te haga sonreir y te llene de optimismo.
Y siguiendo esta serie que yo misma acabo de comenzar he escogido una canción de un grupo sueco. Hace unos días que la escuché en la radio y el locutor de turno dijo que Young folks, sería una estupenda canción del verano. Por supuesto, no tuve más remedio que darle la razón. No sé, serán los silbidos, los timbales, las maracas, el dueto de voces chico-chica cantándose como si fuera un diálogo. Al escuchar esta canción recordé también los veranos de la infancia, esos a los que hacía recientemente referencia mi colega Ceci (véase su Mala Vida en http://cecifromtheblog.blogspot.com/), de pensar que las cajas son castillos con sus fortalezas y todo, de creer que todo es posible en el mundo de los juegos, y todas esas cosas que nos creemos de niños y bla bla bla.
Pues la canción es de un grupo del norte de Suecia que se llaman PeterBjornandJohn, (a quiénes pertenecen los pies de la foto) o sea, sus nombres, que para que se van a buscar otro. Acaban de sacar su tercer disco, Writer's block, y esta canción, decididamente la canción del verano, es su mejor carta de presentación. Además de ellos tres, les acompaña poniendo la voz femenina de la fantasmagórica, por lo pálido de su aspecto, Victoria Bergsman, vocalista de The Concretes, otro grupo sueco (y los que os quedan) que descubrí vía Summercase y que hacen un pop blandito, twee que no naive, que a veces llega hasta el empalago pero que no está mal (tipo Camera Obscura, y cosas por el estilo).
http://www.youtube.com/watch?v=48hcp-zDpg4 (young folks animados)
Y si os va el buen rollito, os dejo otra recomendación. Esta fue mi canción de la primavera, ¿o es que sólo puede haber 'canciones de' en verano? Sus autores, los miembros de una especie de comuna jipi sueca... o más bien sus hijos. Sus pintas no tienen desperdicio. Y su nombre tampoco: I'm from Barcelona... Después de un flamante y homónimo ep, debutaron con Let me introduce my friends, un disco que nos dejó un poco a medias a los que nos habíamos enganchado a su buen rollito.
Ahí queda eso, creo que cuando lo veáis comprendereis que no son necesarios más comentarios.
http://www.youtube.com/watch?v=Fb21_w4uU1A
mi verano nórdico (I)
Sin duda este está siendo un verano bastante atípico para mí por muchas razones. Una de ellas, la que más me llama la atención, es mi deseo voluntario de pasar tiempo sola. Sí, tantas lágrimas y berriches empleados inútilmente diciendo esa frase lapidaria de "me siento sola", para ahora buscarla premeditadamente... la soledad digo. Pasar tiempo delante del ordenador, leer más que nunca, pensar y pensar (pero relajadamente, claro) y, como ya comentaba en otro post, volver a sentirme una caída del cielo (hoy con camiseta incluida).
En estos periodos de soledad viajo a otras tierras, a otros países que me atraen sobremanera, que siempre pensé que alguno habría visitado a estas alturas de mi vida,... pero ¿quién puede predecir eso?
La fría belleza nórdica está más presente que nunca en este caluroso y solitario verano.
Así que os daré algunas pistas de por dónde ando.
La primera, una de mis obsesiones musicales de los últimos meses, el grupo de Estocolmo, Shout out louds.
Los descubrí hace ya como tres meses, en mi preparación previa al Summercase, donde iban a actuar. Desde el principio me enganché con 'The comeback', una melodía de lo más pegadiza y un single redondo... aunque el estribillo sea instrumental (o eso me parece a mí). Después les vi en directo (no entero, he de confesar, que coincidía con Astrud y tenía que verles la pinta al menos) y me enganché aún más. Me quedé alucinada viendo a sus fans enloquecidos, cantando todas las canciones, y sudé hasta hartarme bailando durante el genial arranque de su concierto. Además, elegí a Adam como el cantante más mono del festival (no sólo por verlo en el escenario, que nos lo cruzamos por el recinto y me quedé prendada de su camisa de cuadros). Así que decidí que se iban a convertir en uno de mis grupos favoritos, y así ha sido. Me encanta sus letras del melancólico sufrimiento, de esos 'quiero y no puedo' que siempre hay en las relaciones, mezclando la energía de sus guitarras y batería con toques de acordeón, teclados o xilofón.
La foto que os pongo está tomada durante su gira australiana, con sol y todo, en contraposición con el vídeo que os dejo a continuación para vuestro disfrute (sí, yo también he caído rendida ante los encantos de youtube), de nieve hasta las rodillas en este bosque encantado.
http://www.youtube.com/watch?v=TxDjU48Ci6I
i gotta plan, a plan to get us out of here
music television
Estos días se celebra el 25 aniversario de la MTV, y aunque no suelo hablar por aquí de cuestiones de actualidad a esta sí que tenía que prestarle un poquito de atención... a mi manera, eso sí.
No voy a poneros 'Video kill de radio star' ni el 'Thriller', ni el beso de Madonna y la Britney, que eso ya ha salido hasta en el telediario de Antena 3.
Voy a contaros mi propia vida con la MTV, las historias o momentos que más recuerdo de una relación inestable con esta cadena de televisión musical, un gran invento sin duda.
5. Llevo horas intentando recordar como se llamaba la Vj que dio la noticia de la muerte de Kurt Cobain. Por aquellos entonces, como no podía ser de otro modo, yo escuchaba grunge (entre otras cosas, que mi locura siempre me ha hecho ser muy pero que muy ecléptica, ya os haréis una idea de hasta qué punto). El caso es que es una de esas imágenes que tengo grabada en mi retina musical.
4. Los Tops 20. He de decir que me desengaché pronto pero durante meses (y sigo hablando de mediados de los noventa). El europeo, el británico, el de baile, el americano... cada día uno y los fines de semana repetición. Yo hacía mis propias cábalas, quién subiría, quién bajaría, que novedades... Lo dicho, una auténtica adicción, sobre todo teniendo en cuenta que no me interesaban el 80% de los artistas que protagonizaban estas listas... pero una es una profesional y tiene que estar al día.
3. Ver vídeos y grabar vídeos. A las 7 y cuarto de la mañana, antes de ir al instituto; por la tarde, estudiando; a todas las horas que el canal pirata me permitía. Los recuerdos de la sonrisa de Ingo (de este sí que me acuerdo del nombre), de los especiales de navidad, los gamberros esos de la foto, los primeros realities, (como ese que después imitarían en la peli Reality Bites, The real world), saber a la hora que ponían cada programalos gritos de mi madre de ¡Todo el día viendo eso!, etc, etc... En fin, los traumas de mi adolescencia tardía, ya sabeis.
2. Mi verano 2006 con MTV, que por eso estoy escribiendo esto, en segunda posición del ranking. Como ya dije, estoy redescubriendo mi relación con la música y también con la tele musical. También ha dado casualidad que he pillado algunos conciertos chulos (memorable el que vi ayer de The White Stripes en el teatro de la ópera de Rio de Janerio, por mencionar alguno), y programas memorables como 'My own' (no digo de q va porque es que hay que verlo). La verdad es que desde que apareció MTV España no la he seguido mucho porque, no sé, no era lo mismo que cuando Europa era una en esta cuestión, pero estoy volviendo a reconocer su valía... y hasta votaré para los VMA!!!
1. En el número uno, como no podía ser de otro modo, las sesiones de MTV en casa de mi querido Cristóbal. Los que han vivido una de esas sesiones saben a lo que me refiero, y los que no... que pena, de verdad. No sabe lo que se pierden, jeje. No importa lo macarra, hortera o infumable que sea la canción, el grupo o las pintas, siempre hay algún comentario que hacer, alguna anécdota que contar, y por supuesto, risas. Horas tirados en el sofá sin hacer otra cosa pero, ¿quién necesita algo más cuando tiene amigos y la MTV?
caídos del cielo
Lo peor de este verano no es que no tenga ni un céntimo de euro, no es que no pueda buscar muchas opciones de ocio fuera de casa (vale, música, pelis y libros no está mal... por ahora), que esté terriblemente frustrada profesionalmente, que esté terriblemente frustrada personalmente, que haga tanta calor... lo peor, sin duda, es mi actitud ante todo eso.
Así que, he decidido escudarme en la música y la verdad es que no me va nada mal. Estoy volviendo a disfrutar como hace tiempo que no hacía y eso me gusta. Buscando, descubriendo cosas nuevas, desempolvando viejos sonidos que me eran muy familiares en otros tiempo sin frustración. En los tiempos en los que éramos unos caídos del cielo. Y a ellos creo que voy a dedicar mis próximos posts... o hasta que me canse, eso nunca se sabe. Total, estoy loca.
Hoy, una banda granadina ya desaparecida (recientemente dieron un concierto de despedida en su ciudad) de, podríamos decir 'segunda generación indie'; sí, exacto, de cuando salieron Los Planetas, Niños Mutantes (a los que les unen muchas cosas, personal y musicalmente, con sonido muy similar y letras en la misma sintonía... al menos, en los primeros tiempos) y otros muchos con menos suerte y menos nombre. A eso de principios de los noventa... ¿alguien se acuerda?
Mama Baker (en la foto) no eran los mejores pero, ¿y qué? Cuando una canción te llega, te llega y no tienen porque tener más o menos calidad. Hoy escucho incansablemente El mar de la intranquilidad, su segundo y último disco, publicado en 2001.
Arriba en el sol los ángeles se confunden al vernos fabricando los dos cada minuto del tiempo. Se olvidaron de Dios, quisieron ser tu y yo, y cayeron del cielo. Mama Baker, 'Cuando te vi'.
lovin' life
Ah! El amor! No se me ocurre otro sentimiento más universal, más democrático, más accesible. Todos, todos, todos (y todas claro, que hay que ser genéricamente correcta) hemos amado alguna vez en nuestra vida.
El amor en presente y en mayúsculas. El amor al trabajo, el amor a la familia, el amor al ordenador, el amor a una religión, el amor de pareja, claro...
Es entrega y a veces nos ciega y nos hace perder la razón y la noción de la realidad. Es el sentimiento, especialmente en su faceta romántica, pero no sólo en esa, que más veces ha sido captado por diferentes expresiones artísticas.
Toda esta retahíla viene a que he visto algunas películas cuyo tema central es el amor estos días y quería dejar por aquí mis impresiones. No me gusta hacer críticas, más bien comentar lo que me inspiran las películas que veo... y estas me dicen que el amor está en todas partes.
Me centraré en unas obras que hacía ya mucho que quería ver y que son muy diferentes. Por un lado está ese estudio antropológico del enamoramiento que supone el dúo 'Antes del amanecer' -'Antes del atardecer', hechas con diez años de diferencia reales. Yo me las tragué del tirón, una tras de otra, con un poco de moussaka de por medio para digerir mejor, y los comentarios que más valían eran los que no se decían con palabras, eso está claro. La peli no va de nada, va solo de cómo dos se enamoran, diseccionar un flechazo, una historia idílica que a todos (hombres y mujeres, no seamos sexistas en este sentido, por favor), nos gustaría vivir. Mi opinión favorable viene propiciada porque en mi adolescencia tardía fui super fan de Ethan Hawke... y porque siempre quise hacer un interrail.
Y luego está 'Elizabethtown', o una historia de amor a la vida. En esta deliciosa tragicomedia de Cameron Crowe hay de todo pero sobre todo hay amor y hay vida (y eso que la muerte es el eje conductor de la historia...) y ¿qué sería de todos nosotros sin esas dos cosas? Sí, vale, tiene una historia romántica entre los dos jóvenes protagonistas pero es que Drew (Orlando Bloom, genial, aunque sin cambiar mucho de expresión, todo el rato con esa media sonrisita) aprende mucho más y se enamora de la vida. No contaré más porque la recomiendo fervientemente pero es que es una historia que no deja de girar hasta el final y que, si entras en su juego, te moverá muchas cosas por dentro.