La loca de la casa

Saturday, April 14, 2007

sevilla no es seattle pero a veces se le parece...

Se le parece cuando dices mucho con pocas palabras, con ninguna en ocasiones, colo con gestos o miradas; se le parece también cuando hablas mucho y le das muchas vueltas a un asunto que no termina nunca de llegar a ningún lado;
Se le parece cuando un detalle espontáneo hace que te salten chispas por dentro; se le parece también cuando hay tantas chispas que se provoca un incendio;
Se le parece cuando, a pesar de la inevitable rutina en la que muchas veces nos vemos envueltos, queramos o no, ocurre algo, casi imperceptible para los demás, que hace que se te erice la piel; se le parece también cuando te obsesionas buscando algo imperceptible donde no ocurre nada y la rutina te ahoga;
Se le parece cuando luchas por ser tú mismo y no dejar que tu singularidad sea mala; se le parece también cuando no te dejan ser tú mismo;
Se le parece cuando te descubres haciendo algo que no es para nada lo que esperabas pero que resulta ser demasiado interesante como para dejarlo pasar; se le parece también cuando todo deja de interesarte y solo quieres tumbarte en el suelo, boca arriba;
Se le parece cuando crees que estás solo y que todos se mueven por individualismos; se le parece también cuando alguien te demuestra que no estás solo simplemente tumbándose en el suelo, boca arriba, a tu lado.

Se le parece cuando persigues una meta, cuando las canciones (y lo que las canciones dicen) significan de repente mucho más y lo ves todo claro, ahí, sonando como siempre, entrando por tus tímpanos como siempre, pero diferente, cuando ves sonreir a la gente que tienes a tu lado, cuando te preocupas y se preocupan, cuando hay cosas que no te gustan pero, aún así, decides seguir adelante.

También se le parece cuando la lluvia es un personaje más en tu historia, cuando no sabes ni cuántas horas llevas trabajando y no te importa, cuando te montas en un ascensor, cuando no hay dolor...

no es lo mismo... pero se le parece

Sunday, April 01, 2007

fenómeno fans III


freedom...
eso se supone que es lo que buscaba Robbie Williams cuando decidió dejar Take That, libertad. Libertad en su carrera y en su vida. Y vaya si lo encontró. Se lanzó al mercado discográfico en solitario con un single en que destacaban dos versiones, Freedom de George Michael (toda una declaración de intenciones), y como cara b, Making plans for Nigel, de XTC (irónicamente dedicado a Nigel Martin Smith, manager y cerebro de TT).
En esos primeros momentos nadie apostaba demasiado por él; malas compañías, muchas borracheras y sus relaciones con los reyes del britpop hacían preveer que su carrera sería efímera. Nada más lejos. Mr. Williams se convirtió en el príncipe total y absoluto. Especialmente con la llegada de
Angels, con la que además consiguió ganarse la confianza de la crítica por su labor de compositor. Desde entonces hasta ahora Rob ha hecho, básicamente, lo que le ha dado la gana. Ha enriquecido su sonido que llenó de influencias mucho más maduras que las anteriores de TT, ha trabajado con los más grandes y ha conseguido más éxito que con su anterior grupo. Se ha convertido en crooner, en rapero, en líder de ventas y, sobre todo, en un entertaintner, su mayor sueño.
Para mí, Rob podría ser esa especie de hombre del que te puedes volver loca. Esa sonrisa, a medio camino entre niño travieso y adorable angelito; ojos dulces y tatuajes de tipo duro; esa facilidad para sacarte de quicio; esa forma de introducir en las letras de sus canciones guiños con los que sentirte identificado; conocerlo a través de ellas un poco más. Y podría decir tantas cosas que escapan al fenómeno fans que mejor me las guardo. Porque Rob ha traspasado todas las barreras, en su carrera y en mi vida, claro, por eso merece estar aquí.

Y del resto de cosas, pues ya podeis comentar vosotros vuestra opinión
De su discografía, yo recomiendo su disco que ha pasado más desapercibido, Intensive Care, precisamente por eso, porque ha pasado desapercibido. Aunque lo más sorprendente es la versatilidad que esconde cada uno de sus estribillos, capaces de enganchar, aunque sólo sea por tres minutos, a gente de tan diverso gusto y procedencia.
a ver quién duda de que es el auténtico amo!!