La loca de la casa

Tuesday, May 30, 2006

a vueltas con el mando


El mando a distancia de la televisión es un invento endiablado. De verdad, es una de las cosas que me tiene más loca. La mayoría de las veces ese maldito aparatito con botones me hace ver cosas que no quiero ver, oír cosas que me ponen de mal humor, enterarme de cosas sin cuyo conocimiento sería mucho más feliz; él es culpable de todo lo malo que le ocurre a la televisión; él es el máximo responsable de la fragmentación audiovisual que tiene nuestros cerebros en plena mutación. Hoy, de nuevo, el mando me ha jugado una mala pasada.

Compensando dos semanas de nervios e insomnio, esta tarde me propuse pasar, al menos dos o tres horas, tirada en el sofá. Primero una peliculita... algo así suave, romanticón, para poder echar una cabezada sin perderme nada importante en caso de que fuera necesario. Y después, un poco de zapeo.... aaaah! la palabra maldita!
Me acordé que estaban retransmitiendo el Debate sobre el estado de la Nación (sí, que pasa, lo encuentro entretenido, incluso a veces interesante ¿algún problema?), pero antes pasé por otras cadenas y me enfrenté a una de las situaciones más miserables que he visto últimamente, la retransmisión de una agonía en vivo y en directo.

Muchos hemos vivido la muerte de un ser querido, nos hemos tenido que enfrentar a la enfermedad, a momentos difíciles; incluso hemos estado interesados y apesadumbrados por las tragedias que les ocurren a gente a la que admiramos por su trabajo, a nuestros ídolos o iconos. Vale, lo entiendo, pero eso no justifica lo que está ocurriendo estos días, y supongo que ya sabéis a qué me refiero. Nada lo justifica en absoluto. El ser humano es así, tiene una memoria efímera, no somos capaces ni de retener en lo más profundo de nuestra alma, los sentimientos que nos han hecho sufrir, que nos harían, en un momento dado, solidarizarnos con una familia que está viviendo unos duros momentos. Ya sé que este es un tema poco original, y que suscita un debate recurrente, del que podríamos hablar durante siglos... aunque, no, fíjate, creo que no merece la pena. Lo mejor que podemos hacer es ignorarlo. Pues la frase que escuché, por culpa del dichoso mando, fue, en boca de una paisana periodista de esto del corazón: "Necesitamos saber minuto a minuto lo que está pasando dentro de la casa". ¿De verdad?.....

This is the next century, where the universal is free, you can find it anywhere. Yes, the future has been sold.

Sunday, May 28, 2006

mi 'yo creativo'


Hoy quería hablaros de esa otra parte de mí, de ese pequeño ser extraño y caótico, con un ritmo vital propio y que tiene sus exigencias, mi 'yo creativo'. Llevo ya bastantes horas delante del ordenador (no, no voy a contarlas compulsivamente, como hago con las horas que duermo cada noche), pero voy a intentar poner en pie esta teoría que tengo en la cabeza desde hace unos días. En el ejercicio de mi profesión escribo a diario y supongo que es algo que, con el tiempo, he aprendido a hacer de manera mecánica, usando recursos que ya voy dominando. He de decir que no es este el ejercicio de mi profesión que yo anhelaba pero la vida te lleva donde quiere, donde eliges, y no donde sueñas... a menos que te empeñes. La cuestión es que escribo 'periodisticamente'... que no quiere decir que escriba 'creativa' o 'literariamente'. Desde pequeña me ha gustado mucho escribir, incluso más que leer. He tenido muchas tentativas adolescentes de iniciarme en diversos mundos, géneros, temas... de la prosa al verso y vuelta a empezar, cómo queriendo buscar algo, sin saber muy bien qué buscar. Pero no sé aún muy bien cómo, lo dejé. Eso fue todo. Un día terminé de escribir 'mi novela', y mi 'yo creativo' se echó a dormir. Me dijo que estaba cansado, que no le daba lo que me pedía, que no estábamos hechos el uno para el otro. Mi 'yo creativo' es imprudente y espontáneo, se mueve por impulsos, se deja llevar por la primera idea sin querer discutir sobre si es acertada o no; desarrolla situaciones sobre la marcha, inspiradas en mis vivencias pero sin dejar que me pronuncie. Yo le digo que no puede ser, que para escribir de verdad necesitamos más reposo, más reflexión, más estudio... Le he intentado convencer de que debemos buscar ese estado continuo de retiro espiritual de los escritores: soledad, muchas horas por delante, un paisaje de ensueño... pero no quiere. No para de repetirme lo mismo, una y otra vez "pero no te das cuenta de que esto no va contigo. nunca serás escritora". Y ahí sigue, en su letargo. De vez en cuando le doy unos golpecitos, le pongo en pie delante del ordenador y le obligo a trabajar... Y entonces él, testarudo como nadie, insiste en su propio método aleatorio y falto de profundidad, narrando cosas triviales que no llevan a ningún sitio, personajes que no terminan de definirse, situaciones que se quedan a media, relatos que pierden fuelle apenas pasadas diez líneas. Y en esas andamos. No sé cuál de los dos tiene razón. No sé si el arte de escribir 'literariamente' debe estar más basado en brillantes momentos de lucidez, o debe ser fruto de un reposado trabajo más profundo. En cualquier caso, hasta que no consiga resolver este conflico con mi 'yo creativo', no sé si estaré preparada para decir que escribo algo más que 'periodismo'. Por cierto, sí, una vez escribí una novela que empecé con una cita de una canción de The Verve (eran otros tiempos). Un beso Bra.

Tuesday, May 23, 2006

desde que no nos vemos


Después de una semana ausente me está costando trabajo volver a este mi pequeño rincón cibernético. No tenía nada pensado y lo que tengo no me convence (otro de mis rasgos, la indecisión). Así que, para ponerme al día, he pensado hacer una especie de, llamémosle inventario, de los principales ingredientes que han aderezado el caos vital de mi última semana.
Todo se basa en llamadas, demasiado móvil, llamadas, un lístín telefónico de Cádiz y más llamadas, sandwiches de supercor, histeria, demasiados nervios, mucho sueño y poco dormir, mucho trabajo y poco dinero, una pequeña llantina, te echo de menos, hago preguntas a otros, a gente que no conozco, me hago preguntas y no sé si me conozco, alitas de pollo, albero y rebujito, una sevillana, neura neura y más neura, bohemianlikeyou, mi coche más limpio por fin, coger carretera con lo puesto, buscar un sitio donde perderme, sandwiches de mercadona, palomitas (of course), 'rashatuelfpoins', el pelo más que sedoso, dejar cosas atrás, un puñado de cigarrillos, un puñado de fotos, un puñado de canciones, un puñado de arena, estreno bikini, consigo perderme.... consigo desaparecer..... y vuelvo! ¿has jugado al lego alguna vez así?, calor y caliente, es que esta primavera nos tiene locos. hagamoscomoquesomosamigos...

¿Creéis que cabe todo esto en cinco días...? pues seguro que me queda corta.
y mientras escribo suena... the magic numbers (soy la única que piensa que son una especie de modernos mocedades o Mamas and the Papas?).

Tuesday, May 16, 2006

¿Qué es un blog?


Vale, sí, lo he cogido con ganas así que voy a aprovechar antes de que se me pase la novedad y deje esto olvidado...
De adolescente también tuve un diario. Me gustaba mucho escribir pero no cosas mías así que me sentía un poco ridícula y lo dejé, cansada de narrar historias de risitas detrás de algún mocoso en mi primer año de instituto.
Hace algo más de un año que comencé a escribir un diario, aprovechando un regalo que estaba destinado para ello. Comencé, con muchas ganas, escribiendo con boli rojo mis pensamientos y sentimientos; más que acciones, narraba reflexiones... y a los pocos días me dí cuenta de que los temas eran bastante recurrentes. Sí, aparecían diferentes lugares, diferentes situaciones o diferentes personajes, pero los verdaderos protagonistas de los que hablaba mi boli rojo eran siempre los mismos.
No escribo desde hace algunos meses y la verdad es que han ocurrido cantidad de cosas reseñables, que pasarán a la posteridad... y a pensar en ellas me dedico un poco cada noche, pero ya no las escribo. Quizá debería retomarlo, quizá es suficiente con pensarlas porque, al fin y al cabo, todas las cosas reseñables me llevan a lo mismo, a esos personajes protagonistas de los que habla el boli rojo.
En realidad no sé para qué sirve un blog. No me lo tomo como un diario, no al menos en el sentido tradicional, porque eso sigue siendo para mí dominio de la más sagrada intimidad, por mucho que avancen las nuevas tecnologías. Cuando escribes en un blog (o cualquiera de sus otras formas cibernéticas) sabes que te van a leer, es más, lo haces para que te lean... ¡Qué diferente, por tanto, de lo que sale de la pluma íntima!
Entonces, ¿qué es un blog? ¿para qué sirve?
aún me lo estoy preguntando...

Monday, May 15, 2006

Esta soy yo


Bueno, la de la foto no soy yo exactamente, aunque compartimos muchas cosas, más de las que parecen, que ya son algunas. Llevo tanto tiempo con la idea de empezar un blog que no sabía por dónde empezar a escribir... así que empezaré por el principio. Mi padre me puso Rosa María por dos motivos, por llevarle la contraria a mi madre (que quería buscarme un nombre de reina o princesa decimonónica) y por una canción de Camarón, cuya cassette le destrocé yo misma, meses después de nacer, jugando inocentemente en mi parque. Lo que no sabía el hombre es lo mucho que me iba a marcar el nombre, algo tan accidental y cotidiano. Pero así soy yo, tan loca que me dejo guiar por esas tonterías. Desde pequeña me gustan los libros, me gusta leer, y también escribir lo que me pasa y lo que siento. Cuando crecí un poco más y empecé a tomarme la cosa más en serio, empecé a escuchar la frase que más me han dicho en mi vida (seguida de buenos días, y trivialidades por el estilo): "anda, te llamas igual que la escritora". Así que me propuse descubrir quién era esa tia que se llamaba como yo (o más bien, yo como ella). Así la descubrí, como fui consciente de mi vocación periodística, casi de manera pareja. Y ella, en tantas cosas y sin saberlo, ha sido mi maestra. En periodismo, me ha enseñado mucho más de cómo hacer entrevistas que cualquiera de los que me han dado clase en la facultad. También en opinión, con permiso de Millás, (mí, ¿nuestro? columnista favorito), y en otras tantas cosas. También en actitud y aspiraciones, ser capaz de llevar a cabo tus proyectos, su constancia y dedicación, y la de sus personajes. "¿Y tú también escribes novelas?" Hace un par de años me encontré con ella, le llevé un par de libros y me los firmó (como con cualquier otro lector), aunque quiero creer que fue diferente... Por fin pude decirle algunas de las cosas que tenemos en común y ella me dijo "seguro que la vida hará que nos encontremos por el camino". Pues bien, parece que ha llegado el momento. La próxima semana nos veremos, dios mediante, de nuevo las caras, y espero poder hablar con ella más sosegadamente y que pongamos en común más cosas. Esta noche, cuando llegue a casa, terminaré de leer su última novela Historia del Rey Transparente que me tiene loca. Y con ella voy descubriendo más cosas de Rosa Montero... de las dos.