on my way to work...

un día de estos tengo que comprar un cenicero de los que hace uno de mis habituales cada día, ese hombre, creo que holandés o alemán o británico, no sé muy bien, que vende ceniceros hechos de latas de refresco en la avenida de la constitución, a 50 céntimos. Antes de eso tenía un cartel, de esos hechos en carton usado, como otros que piden limosna, que decía "es para tabaco y whisky", para ver si así la gente se estiraba un poco... me encantaba, ya entonces era mi favorito.
pero hay otros. están, sobre todo, los trabajadores de aznalcollar, encerrados todavía en la catedral, el mimo que hace de hombre invisible, el que siempre intenta que le den algo para comer en el sanbuenaventura, el olor del sanbuenaventura, sobre todo por las mañanas, a bollería recién hecha, los repartidores de prensa gratuita, los ciclistas, las eternas pruebas del tranvía, los coches de caballos (y sus desechos), los turistas abarrotando el starbucks...

en fin, es lo que tiene trabajar en el centro
a veces pintoresco y agradable, otras una verdadera paliza, pero yo intento llevarlo bien, sobre todo con el acompañamiento adecuado

esto es solo un adelanto, porque el nuevo disco de Shout Out Loud merecerá su propio post...
he dicho