la vie en rose

Durante la fiesta de inauguración de Fnac Sevilla, mi buen aviador me sugirió que escribiera un post dedicado a la primera consulta que tuviera que resolver como vendedora-asesora-supuestaespecialista de discos en la susodicha tienda. Y ahí va, fue nada más y nada menos que Edith Piaf. No fue mi primera venta, pero Loquillo y los Trogloditas no me inspiraba mucho para escribir, por mucho trabajo que me hubiese costado en los días previos a la apertura colocar todos sus discos en su sitio... Sería por el tupé...
La cuestión es que entre la marabunta de personas que han pasado por Fnac este fin de semana, y más concretamente por el departamento en el que trabajo, he podido vivir situaciones que, dentro del cansancio, el agobio y la presión, te hacen recordar por qué tenías tantas ganas de trabajar en un sitio así. La cara de la gente cuando le das un disco que contiene una canción que ha sido importante para ellos, un disco que llevaban años buscando y que de repente está ahí, y lo sacas de un rincón, lo pones en sus manos y te devuelven la sonrisa y te dan las gracias y te desean buena suerte...
Yo nunca he pensado que la vida sea de color de rosa, y no porque, como muchos piensan de mi, sea una pesimista. Más bien porque nunca encuentro un momento para aplicar ese tópico. Me gusta más el de que la vida es como un campo de batalla, porque así es, o al menos así lo entiendo. Es constante lucha, y cuanto termina una tienes que empezar con otra, y no hay respiro, y cada buena noticia llega acompañada de otra no tan buena, y todo tiene su lado bueno y malo y así es como debe ser... o al menos así es como es, y punto. Tienes días buenos y malos, días es lo que la puntería no es tu fuerte y tu fusil parece de goma y no aciertas ni un tiro y el enemigo empieza a ganarte terreno... y otros en los que te conviertes en el puto amo y les haces temblar y nadie puede contigo. O lo que es lo mismo, hay días buenos y malos y así es la vida. Rosa, negra, gris, azul, verde, marrón...
Y seguro que todos vosotros sabéis a lo que me refiero verdad?
Pues para todos vosotros, ahí queda esto, todo un clásico de la filosofía barata mal entendida, o de una de las mayores damas de la canción de todos los tiempos.