I met her in a club down in old soho...

Hace poco más de un año que comencé a trabajar en una multinacional francesa dedicada a la venta de productos culturales y de ocio y he de admitir que hay muchas cosas de ese trabajo que me han sorprendido. Cosas de mi misma y de lo que me he ido encontrando.
Al principio, (y todavía, mucho más de lo que pueda parecer) era de lo más escéptica respecto a mi relación con el resto de gente de por allí. Recuerdo muy bien uno de los tantos ejercicios que tuvimos que hacer durante las Jornadas de Integración (un invento para conocernos mejor y tal). A unos cuantos nos vendaron los ojos mientras alguien que no sabías quién era te conducía por no sabías donde. Exactamente así era como me sentía en aquel momento. Casi a ciegas, sin saber quién se me acercaba ni a dónde me iba a llevar todo eso. Debo confesar ahora que hubo momentos en los que incluso lo pasé mal, me sentí fuera de lugar, etc etc etc
Con el paso del tiempo creo que he encontrado mi hueco, intentando ser yo misma para lo bueno y para lo malo, dando y cediendo, recibiendo y encontrando detalles por el camino. Las relaciones son complicadas en un entorno de trabajo, donde coinciden gente sin nada en común, sin origen ni procedencia similar, gente obligada a convivir durante muchas horas buscando precisamente eso de lo que carecen. A veces sale bien, a veces mal y otras veces, simplemente sale.
Poco más de un año después puedo decir que ha merecido la pena y que me he sorprendido a mi misma. Y espero que este solo sea el comienzo...