La loca de la casa

Thursday, November 30, 2006

Quel'que jours en November

Nuevo letargo, esta vez por enfermedad. Esta cosa tan prosaica que nos pasa a casi todos cuando llega el frío, que nos acatarramos. He pasado por tos, más tos, dolor de cabeza, dolor de espalda, fiebre, mocos, malestar general y todos los pasos por los que suele pasar en estos casos vaya.
Resulta que a veces me he preguntado esta semana, ¿de dónde he sacado la fuerza? Siendo yo tan propensa a la debilidad física, a dejarme llevar por la enfermedad y no querer ni salir de casa, escondida detrás de las mantas y las montañas de kleenex. Pues no, he sido fuerte, he ido a trabajar, he cumplido con casi casi todos los compromisos y deberes adquiridos. ¿Cómo?
Pues sí, es cierto, esta ha sido una de las grandes cosas que poner en la balanza de lo positivo después de mi experiencia festivalera, sacar fuerzas. No pasar hambre, no mirar el reloj, no importa lo que haya que hacer. Adelante. Eso lo he puesto más en práctica que nunca atendiendo a un trabajo en el que no había horarios, en el que el lo más importante no eres tú sino que tú hagas lo que debes. He pasado por situaciones bizarras donde las haya, he corrido cargada con cajas de 40 kilos por los pasillos del Nervión Plaza, he estado 24 horas consecutivas trabajando, he ayudado a subtitular películas (mientras un ratón nos visitaba para hacernos la velada más interesante), he tenido que hacerme entender con gente de diferentes países... He hecho tantas cosas que no esperaba y de las que no me creía capaz que ahora resulta que un catarro no puede conmigo. Y la verdad, ahora que empiezo a ver las cosas con distancia... hasta lo echo de menos... ¿Me estaré volviendo aún más loca?

Wednesday, November 22, 2006

mi otoño escocés (IV)


Me pueden acusar de descubrir a Belle and Sebastian un poco tarde, como me ha ocurrido con otros muchos fenómenos musicales. Sin embargo esto no quita para que, sin llegar a ser una docta en su materia, les aprecie, y muchas de sus canciones, vídeos o deliciosas portadas de discos formen parte inevitable de mi imaginario musical y vital. Puede que todo esto sea, en gran parte, por la influencia otras personas que me han hecho contagiarme en parte por este y por otros sonidos.
Recientemente, leí que los oyentes de una emisora de radio escocesa habían escogido a Belle and Sebastian como mejor banda de esas tierras. Un poco exagerado tal vez, teniendo en cuenta la ingente cantidad de buenas formaciones que nos ha dado Scotland en las últimas décadas, pero Stuart Murdoch dio con la clave: no somos los mejores, nuestros fans son los mejores.

Efectivamente, desde la publicación del su primer disco (y mi favorito como conjunto), Tigermilk, los de Glasgow se fueron convirtiendo poco a poco en un fenómeno casi sin parangón en el mundillo indie contemporáneo. Sus canciones se convertían en himnos, sus letras en doctrina y sus conciertos eran eventos más cercanos a lo religioso que otra cosa.
Tras la explosión de If you're feeling sinister, ya nadie pudo parar la máquina. Sus canciones dulces y directas, su estética, más cercana a lo sixtie que a otra cosa, su particular actitud que hacía que se metieran a todos en el bolsillo y, por supuesto, unos discos y singles que no defraudaban a nadie, fueron los culpables.
Yo les conocí hacia el año 2000, con la publicación de Fold your hands child, you walk like a peasant; como tantas otras cosas, introducidas gratamente en mi vida de la mano de una de mis mayores maestras musicales (y de otros asuntos) Ana. Me enganché a The Model y al sonido de la banda de la que tantas veces había oído hablar pero a la que nunca había prestado atención, más ocupada en lo que ocurría de Manchester para abajo. Después de eso vinieron muchos momentos (un programa especial de Caídos del Cielo con Víctor, un mítico concierto en el FIB en 2001 cuando abarrotamos la carpa en total comunión, un puñado de fiestas...).

Pero la mayoría de momentos que recuero vinculados a este grupito van del mano de los chicos que me acompañan en la foto y a lo que quiero dedicar este post. Recuerdo como cantábamos a casi a gritos Like Dylan in the movies con Rocío en mi coche llegando a Caño Guerrero; la cantidad de vídeos que vimos durante ese fin de semana; cualquier viaje a Islantilla con su banda sonora; el concierto en Málaga (por citar el que más he disfrutado); nuestros tops 5...

En fin, para ellos, un beso mu gordo (en la foto, en nuestro estado habitual, o sea, haciendo el tonto, después de un mágico concierto de Antony and the Johnsons). Y para los demás, espero que os guste el vídeo que os dejo.
http://www.youtube.com/watch?v=5Sc9f-qwbCc

Sunday, November 19, 2006

blue velvet vs smoking room

El cine tiene mucho glamour, y es cierto que no deja de ser divertido verte envuelta en todo eso por un rato. Pero lo verdaderamente divertido, como en casi todo en la vida, está en la trastienda. Ahí no hay demasiado glamour, ni huele bien, ni llevamos vestidos elegantes... pero sin todo lo que se cuece ahí detrás nada de lo otro sería posible.
Después de tres semanas de miedos y trabajo, llegó el día de la gala de inauguración. Todo eran problemas para los chicos del Print Traffic. Por más que intentábamos controlar la situación, siempre había una llamada que nos volvía a desconcertar, que nos hacía temblar...
Hay que dividirse. A mí me tocó organizar las proyecciones del Lope de los dos primeros días esa noche... incluida la majestuosa adaptación de La Flauta Mágica de Kenneth Branagh que se supone que todos los vips iban a ver (sí ya, eso voy y me lo creo).
Cansada y nerviosa, encantada de haber oído a Branagh horas antes en rueda de prensa, y preocupada porque los proyeccionistas parecían no fiarse demasiado de una chica que le daba instrucciones, me asomé un poco a ver qué se cocía por la alfombra azul. Y allí estaban todos, posando sonrientes, Miriam, Cristina, Alfredo, Hugo, Paco, Javier, Julio, Javivi (sí, el mismito). Todos saludándose encantados y atendiendo a los focos, que para eso son estrellas del cine. "Pero qué guapo, ahí está, vamos a hacernos una foto"...
ná, esto no es para mí. Lo corroboré en el momento en el que me di cuenta que el resto de colegas festivaleros se habían hasta cambiado de ropa para el evento.
Mis obligaciones me llevaban de nuevo a la trastienda, a la parte de atrás. Al rincón de los fumadores, de los que huían de los flashes, de los que solo iban para hacerse la foto y desaparecer.
Y de lo que pasó después... todavía no estoy segura de cuán real fue así que mejor no lo cuento, no vaya a ser que me despierte... Sólo puedo decir que en ese instante, oficialmente, volví a fumar... pero el primero me sentó de maravilla. Sería por la compañía
Horas después, aunque ya era el día siguiente. Me volvía a reunir con el equipo de Print Traffic para enfrentarnos a uno de los peores días de nuestra vida profesional... Eso aún no lo sabíamos, aquella noche, todavía, dormimos bien.


Thursday, November 16, 2006

let's call this the comeback

bueno, aquí estoy y creo que he sobrevivido.
ahora tendré tiempo de contar y valorar cómo ha hecho mella en mí este último mes de trabajo y otras historias festivaleras.
por ahora me conformo con dar las gracias a la gente con la he vivido todas esas cosas y haberme dejado ser parte de sus vidas por un tiempo.
Sobre todo a Cristóbal, mi Print traffic coordinator, por haber cuidado tan bien de mi.
También a Begoña, por hacernos comer toda la comida del plato, y por haber compartido tantos momentos inesperados de complicidad.
Y claro, al Negro, por traernos las peliculitas... (léase cómo si cantaran una rumbita catalana de Peret).
Y a los que me habéis echado de menos (que supongo que alguno habrá) he vuelto!
Ahora sólo necesito que me dejéis un par de días para volver a poner mi cuerpo en su sitio respecto a horas de sueño y comidas y volveré a estar con vosotros.
Y volveré también a este rincón bloguero, claro!
tengo mucho que contar