entre paréntesis

He llegado a una conclusión. La vida también se llena a partir vacíos; quiero decir que a, en ocasiones, sumas con restas...
Cuando nacemos somos una de esas tablas rasas a las que muchos hacen referencia. Vamos aprendiendo, vamos buscando, vamos llenando el saco de nuestra vida, nuestra personalidad, nuestro carácter, vamos paso a paso hacia delante. Y crecemos y nos hacemos niños y todo eso se sigue sumando, multiplicando y, aunque haya cosas que dejes en el camino, nunca tienes del todo conciencia de ello, porque te emociona más lo nuevo que está por venir, y sabes que vendrá.
Y sigues creciendo.
Y llegas a un punto, que llamaremos madurez, y te paras un momento y reflexionas. Piensas, te ves a tí mismo enfrente, y dices "yo soy así", "yo soy esto". Muchos se quedan ahí pero a mi me gusta ir más allá y hacerme preguntas hasta averiguar "qué ha hecho que yo sea esto, que yo sea así". Y entonces pienso en las cosas que he ido sumando a lo largo de la vida y también, claro, en las que he ido restando y llego a la conclusión de que las restas, los vacíos, han sido, tanto o más importantes, en algunos momentos, que muchas de las sumas.
Mis vacíos se han quedado dentro, han cambiado mi percepción del mundo en el que vivimos, del propio sentido de la vida, de lo que soy y lo quiero ser. Sientos mis vacíos en el estómago, como se siente el amor, los nervios ante una prueba decisiva, el primer día de colegio. Tengo mis vacíos en la cabeza, y casi a diario pasan como un flash por delante de mis ojos para recordarme que estoy viva; para agacharme un poco, doblar las rodillas, respirar hondo, coger impulso y volver a saltar.
Y seguro que me quedan muchas más cosas que atesorar y que, aunque ahora crea que tengo respuesta a mis preguntas, ocurrirán otras cosas que me hagan ponerme de nuevo frente a mi misma, y seguiré llenando mi saco de cosas buenas y malas, porque eso será señal de que estoy viva. Así que agradezco lo bueno y lo malo, las lágrimas y las risas, lo negro y lo blanco, lo que tengo y lo que ya nunca podré volver a tener, porque todo eso soy yo.
Y a los que se han ido... os quiero.